Un nuevo informe del World Justice Project (WJP) ubica a Bolivia como el país más corrupto de América Latina y el segundo a nivel mundial, solo por encima de la República Democrática del Congo.
El estudio, basado en datos de 2024, mide el respeto al Estado de derecho en 142 países y evalúa factores como la ausencia de corrupción, justicia imparcial y control de los poderes públicos.
En el indicador específico de “Ausencia de corrupción”, Bolivia recibió una calificación de apenas 0,23 sobre 1, lo que refleja un deterioro sostenido desde 2015.
El análisis muestra que la mayor debilidad está en el sistema judicial, donde Bolivia ocupa el puesto 140 de 142, seguido por corrupción en fuerzas del orden (137), el Ejecutivo (131) y el Legislativo (120).
El país también figura en el puesto 131 en el índice global del Estado de derecho, lejos de Chile (29) y Uruguay (23), los mejores posicionados en la región. Según William Neukom, director del WJP, estos resultados evidencian la erosión de instituciones clave y la urgencia de reformas profundas para garantizar justicia y transparencia.
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